- Me imagino que tarde o temprano darás tu último suspiro... que más temprano que tarde te despedirás de este mundo que no conoces en absoluto... que de aquí a unos instantes lo más seguro es que no estés entre nosotros... y me jode, me duele, me da tanta rabia...
Aunque no te conozca, aunque sea la primera vez que te veo... pero tengo un corazón enorme para ellos... para aquellos que desde pequeña han convivido conmigo... esas bolitas de pelo pequeñas que se convierten al cabo del tiempo en el mejor aguante, esos que son, quizás, los únicos que te pueden sacar una sonrisa de oreja a oreja en el día más triste....
Me da tantísima pena ver como un corazón tan grande va dejando de latir poco a poco... ver como esa luz que intenta brillar con todas sus fuerzas se va desvaneciendo...
Me costará tanto olvidar esta situación...
JODER!
... y tu estás en esa cajita blanca... dormido... donde de vez en cuando voy a asegurar tu estado... y noto que cada vez estás más frío... que cada vez, tu corazón late menos... y no quiero que llegue el momento en que iré a verte y ya no latera más... no quiero que llegue el momento en que ya no te despiertes...
Uff ! OJALÁ, enserio, OJALÁ no llegue !!!
..si pudiera pedir un deseo...
desearía que todo esto fuera una pesadilla.
La vida está llena de sueños, unos se cumplen, otros desaparecen y otros perduran, haciendo que te preocupes y que le des millones de vueltas… pero a veces, lo único que hace que un sueño no se cumpla, es el miedo a fracasar.
martes, 18 de mayo de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
El miedo.
-El miedo es como la familia, todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como puedan ser todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, hay miedo hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser; hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido… como el miedo a la muerte, A QUE ALGUIEN A QUIEN QUEREMOS DESAPAREZCA...
Pero la felicidad es la ausencia del miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente yo ya no tengo miedo.
Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece… a desaparecido… como esa ropa que un día dejas de usar...
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Pero la felicidad es la ausencia del miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente yo ya no tengo miedo.
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martes, 27 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
Una estrella fugaz...
Ella, Jane, creyó que era un día importante, es más, todos sus amigos lo decían. Se jugaba un Barça-Madrid.
Llegó a casa de dicha amiga, cenaron, recibieron a unos amigos que venían a ver el partido y después de la victoria, se fueron a la calle a celebrarlo con todos los demás culés.
Entre risa y risa había una preocupación: sabía que tenía que volver andando a casa, sola y por esas espeluznantes curvas acordonadas de bosque… de oscuro y aterrador bosque…
Eran ya las 2 de la madrugada y la gente empezaba a recogerse en sus casas. De todos los que eran al principio de la celebración, sólo quedaban tres, y al cuarto de hora pasaron a ser de nuevo la amiga y ella. Los padres de esta no tardaron mucho en llamarla para que volviera, así que Jane se quedó sola.
Se quedó unos minutos sentada en un banco pensando en otras alternativas, pero ninguna podía ser posible ya que su madre no se debía percatar de que Jane había estado fuera de casa durante tanto rato, es más no debía saber que Jane había salido de casa. Así que se puso de pie y se prometió a si misma no tener miedo.
Cuando no iba ni por medio camino, empezó a tener la sensación de que alguien le seguía. Hacía viento, y las hojas secas caídas de los árboles hacían ruido al arrastrarse por el suelo. Se giró varias veces para comprobar que iba sola, y sí, estaba ella sola, cuando de repente salió un hombre ebrio de entre los árboles; este cantaba y decía barbaridades en voz alta. Jane, asustada, decidió caminar más rápido. Se giró de nuevo para localizar al borracho y alejarse al máximo, pero ya no estaba, o al menos eso parecía. Sus ojos no lo veían pero el temor de que quizás se encontraba escondido entre los árboles persistía y además los ruidos y la sensación de ser seguida no ayudaban mucho.
Jane se detuvo. Aterrorizada se dispuso a parar en medio de esa carretera sin un solo coche. Miro a su alrededor y agudizó el oído para detectar algún paso. Pero no, todo estaba calmado. Entonces emprendió de nuevo el camino de regreso a casa, pero esta vez lo izo distinto. Pensó que si tenía la mente distraída en otras cosas, el miedo menguaría. El método era ir andando sin parar en ningún momento, mirando hacía el cielo y sin para de contar.
Inició dicho juego. Fue contando hasta veinte varias veces. Cada vez estaba más cerca de casa. A la cuarta vez que empezó a contar se encontraba a tan solo 5 calles, cuando inesperadamente al llegar al número 12 se desplomó una estrella en el cielo, una estrella fugaz, larga y duradera, hasta le dio tiempo de pensar y pedir un deseo; así lo izo, cerró los ojos apretandolos muy, muy fuerte y repitió exhaustivamente su deseo.
Éste se cumplió.
Su deseo fue el de llegar cuanto antes y sana y salva a su casa…
Esa noche estaba sola en casa. Después de que su madre le dijera que no podía salir ya que se jugaba tarde y luego le tocaría volver a casa sola y por el bosque a oscuras. Ella, muy cabezona, tenía muy claro que iría a casa de una amiga a verlo si o si, y así lo izo.
Marchó poco después de que su madre se fuera a trabajar, cerca de las 20:00. Le quedaba aún media hora de camino. Fue andando con la puesta de sol de cara y con música en los oídos.
Entre risa y risa había una preocupación: sabía que tenía que volver andando a casa, sola y por esas espeluznantes curvas acordonadas de bosque… de oscuro y aterrador bosque…
Eran ya las 2 de la madrugada y la gente empezaba a recogerse en sus casas. De todos los que eran al principio de la celebración, sólo quedaban tres, y al cuarto de hora pasaron a ser de nuevo la amiga y ella. Los padres de esta no tardaron mucho en llamarla para que volviera, así que Jane se quedó sola.
Se quedó unos minutos sentada en un banco pensando en otras alternativas, pero ninguna podía ser posible ya que su madre no se debía percatar de que Jane había estado fuera de casa durante tanto rato, es más no debía saber que Jane había salido de casa. Así que se puso de pie y se prometió a si misma no tener miedo.
Cuando no iba ni por medio camino, empezó a tener la sensación de que alguien le seguía. Hacía viento, y las hojas secas caídas de los árboles hacían ruido al arrastrarse por el suelo. Se giró varias veces para comprobar que iba sola, y sí, estaba ella sola, cuando de repente salió un hombre ebrio de entre los árboles; este cantaba y decía barbaridades en voz alta. Jane, asustada, decidió caminar más rápido. Se giró de nuevo para localizar al borracho y alejarse al máximo, pero ya no estaba, o al menos eso parecía. Sus ojos no lo veían pero el temor de que quizás se encontraba escondido entre los árboles persistía y además los ruidos y la sensación de ser seguida no ayudaban mucho.
Jane se detuvo. Aterrorizada se dispuso a parar en medio de esa carretera sin un solo coche. Miro a su alrededor y agudizó el oído para detectar algún paso. Pero no, todo estaba calmado. Entonces emprendió de nuevo el camino de regreso a casa, pero esta vez lo izo distinto. Pensó que si tenía la mente distraída en otras cosas, el miedo menguaría. El método era ir andando sin parar en ningún momento, mirando hacía el cielo y sin para de contar.
Inició dicho juego. Fue contando hasta veinte varias veces. Cada vez estaba más cerca de casa. A la cuarta vez que empezó a contar se encontraba a tan solo 5 calles, cuando inesperadamente al llegar al número 12 se desplomó una estrella en el cielo, una estrella fugaz, larga y duradera, hasta le dio tiempo de pensar y pedir un deseo; así lo izo, cerró los ojos apretandolos muy, muy fuerte y repitió exhaustivamente su deseo.
Éste se cumplió.
Su deseo fue el de llegar cuanto antes y sana y salva a su casa…
"A veces me preguntaba como serían las cosas cuando yo no estuviese aquí... y me costaba imaginármelo. Supongo que todos nos creemos demasiado importantes, nos parece que nuestra casa ya no puede ser la misma si no estamos para sentarnos en nuestro sillón, que el bar donde desayunamos ya no puede ser el mismo si no estamos ahi para mojar el churrito en el cafe, pensamos que cuando morimos la vida se va a detener, que va a hacer un alto para digerir que ya no estamos..... pero no es verdad... el mundo no se para y sigue su marcha sin nosotros.... y lo único
que cambia es el tamaño de tu nueva casa, una caja
de 1'80 de largo y medio metro de ancho a doce palmos de profundidad donde la humedad y las lombrices son tu única compañia ..."
miércoles, 24 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
:)
-Me gusta el café, pero solo si tiene mucha leche. Me gustan las galletas con trocitos de chocolate. Me gusta dormir, es más, soñar... Me gusta perderme en mi mente. Me gusta cantar, me gusta bailar, pero solo delante de gente de confianza. Me gusta desmadrarme, chillar en los momentos eufóricos. Me gusta el olor de la gasolina y el del alcohol. Me apasiona la fotografía, los paisajes únicos y hacer fotos a la gente imprevistamente, sin que posen. Me encanta tocar la guitarra, la sinfonía del piano y con ello la música en general.
Me gusta ser diferente a los demás (reconozco que en algún momento he dado la nota notablemente). Me gusta sentarme en algún lugar tranquilo y divagar por mi mente. Me gusta escribir, ya sea lo que siento o cuentos inventados. Me gusta acostarme tarde. Me gusta la sensación de cambio de frío a calor al meterse en la cama. Me gusta buscar la zona fría del cojín. Me gusta mojarme cuando llueve. Me gusta pasear sin rumbo, flotar en el agua y que el sol toque mi piel…
Me gusta la arena de la playa, el ruido de las velas flameantes de un barco y el olor del mar, el simple romper de las olas en la orilla…
Me gustan las llamadas interminables en las que te pasas horas hasta que la oreja te arde…
Me gusta ver como se presenta la vida día a día, me gusta improvisarla…
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miércoles, 10 de marzo de 2010
White sky.
Frío. Simplitud. Neutralidad, diversión, imaginación. Ganas.Tentación. Euforica. Tranquilidad.
FRÍO, manos mojadas, pies helados. Humedad, frescor. Tiempo.
Bonito, fantástico, increible, impresionante, precioso...
FRÍO, cielo blanco, manos moradas, nariz roja. Dos colores; contraste.
Mañana. Sol, calor. INSTITUTO. Deshacer,
...color...
domingo, 24 de enero de 2010
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La vida no deja de ser un mar de olas… un mar donde no hay ola igual, donde hay zonas frías y cálidas, profundas o no, con suave arena o con puntiagudas rocas que te entorpecen el camino…
Si te dejas llevar, te ahogas. Si tiras por tu propio pie, corres el riesgo de tropezar…
Entonces, ¿Qué haces? (...)
Ante todo, procura escoger bien tu camino y examínalo detalladamente, sino, eres como pez en el agua.
viernes, 22 de enero de 2010
-No sabéis la de momentos y momentos que he pasado junto a ella, y creía que serían muchos más, si no fuera por lo que ha pasado…uuf que rabia! Es que eras como un fusil para los soldados, era algo que por mucho que quisiera dejarlo no podía, mi vicio… Me encantaba, por muy vulgar que fuera…
Y aunque suene friki, miradlo como queráis, pero la música, en especial mi guitarra, formaba parte de mí… cuando me sentía mal por algo o cuando estaba rallada, me desconectaba tocando algo… y cuando estaba feliz tocaba horas y horas sin parar.
Con ella hice mi primer concierto, toqué canciones dedicándoselas a personas muy importantes para mí, ¡UF! Hice cuarenta mil cosas con ella! …y no sé, que aparte de daño material, también se tiene que valorar el valor sentimental que tiene una cosa!
Esa guitarra pasó por manos de mi madre, así que no sólo es mi valor sentimental…
Al fin y al cabo, se van sumando cosas que hacen que la cifra que un vendedor le pone, ya sea inalcanzable…
En fin... nadie me entiende..
(...)
todo el mundo se lo toma como quien rompe un lápiz sin querer.
Y aunque suene friki, miradlo como queráis, pero la música, en especial mi guitarra, formaba parte de mí… cuando me sentía mal por algo o cuando estaba rallada, me desconectaba tocando algo… y cuando estaba feliz tocaba horas y horas sin parar.
Con ella hice mi primer concierto, toqué canciones dedicándoselas a personas muy importantes para mí, ¡UF! Hice cuarenta mil cosas con ella! …y no sé, que aparte de daño material, también se tiene que valorar el valor sentimental que tiene una cosa!
Esa guitarra pasó por manos de mi madre, así que no sólo es mi valor sentimental…
Al fin y al cabo, se van sumando cosas que hacen que la cifra que un vendedor le pone, ya sea inalcanzable…
En fin... nadie me entiende..
(...)
todo el mundo se lo toma como quien rompe un lápiz sin querer.
miércoles, 20 de enero de 2010
Puta inspiración!
Últimamente no tengo inspiración para escribir, creo que está enterrada bajo tierra, bajo metros o hasta quizás kilómetros...
No paro de escribir, borrar, escribir, borrar..
Es una extraña sensación comparándolo con que antes, el simple hecho de andar, me producía que un millón de ideas se me aparecieran de golpe, aunque sólo lo pudiera escribir en la carpeta de borradores de el móvil...
Quizás sea que tengo la mente algo desgastada... pero ¿de que? Porque de pensar digamos que no...
A lo mejor es el frío, el invierno, jajaja suena irónico, ¿verdad? Será que tendremos que creernos más las frases hechas, digamos que tengo las ideas congeladas...
Quizás sea mejor esperar al buen tiempo. . .
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